El medir y conocer el rango de edad de la fuerza laboral de un país constituye una herramienta poderosa y vital para la toma de decisiones. Un reciente estudio del Ministerio de Energía y Minas –Informe de Empleo Minero 2020– refiere que, teniendo en cuenta que proyectos como Mina Justa, Ampliación Toromocho, Quellaveco y Ampliación Santa María, ya se encuentran en etapa de construcción, además de contar con otros 13 proyectos que iniciarán dicha etapa entre el periodo 2021 – 2025 y que para entonces aproximadamente el 3% de la fuerza laboral actual se encontrarán jubiladas, «resulta primordial incentivar el ingreso de nuevo capital humano para ocupar los puestos de trabajo que se encontrarán disponibles en los próximos 5 años».

Según el estudio del Minem, que se respalda en datos de la encuesta realizada por Ernst & Young (EY) a más de 130 ejecutivos del sector minería y metalurgia a nivel global, el sector minero peruano cuenta principalmente con una fuerza laboral envejecida y se enfrenta a una pérdida de conocimientos operativos y ejecutivos debido a las jubilaciones.

En ese sentido, según la Declaración Anual Consolidada (DAC), se observa un aumento del personal contemplado en el grupo de 36 a 60 años en el último decenio. Caso contrario ocurre con los trabajadores jóvenes de entre 18 a 25 años de edad, que en 2019 fueron 15,446 personas entre obreros y empleados, mostrándose inferior al promedio de su fuerza laboral en el subsector minero durante los últimos 10 años (20,510 personas).

En el Perú observamos que el empleo minero, según el tipo de empleador, se subdivide principalmente en dos: trabajadores de la compañía, que hace referencia al personal contratado directamente por el titular minero y forma parte de la planilla de la misma; y trabajadores de los contratistas, cuyos colaboradores son contratados por empresas especializadas que brindan servicios (por lo general de mantenimiento, instalación de equipos, servicios profesionales, entre otros) dentro de la unidad minera.

Precisamente en el 2019, los colaboradores propios de las compañías mineras concentraron una participación del 45.3% del total reportado y los trabajadores de las empresas contratistas mineras representaron el 54.7%.

Información sustraído totalmente de